Cuando llegan estas fechas, todos sabemos que son fechas especiales. Puede gustarte más o menos la Navidad, pero no podemos negar que se trata de unos días diferentes.

A mí particularmente, me gusta la Navidad.

Es cierto que al llegar a este momento del calendario sentimos gran nostalgia al recordar a aquellos que ya no pueden estar en la mesa, pero al mismo tiempo, siento una gran felicidad al ver la ilusión de los más pequeños.

La pandemia nos ha obligado a celebrar unas fiestas de un modo muy diferente al que nos hubiera gustado, pero eso no debe hacernos olvidar que somos dichosos por muchos motivos.

El problema de la sociedad actual es la dificultad para diferenciar necesidad y deseo. Nos movemos por codicia, buscando la riqueza material, buscando la felicidad donde no se encuentra. La distancia entre lo que tenemos y lo que nos gustaría tener se mantiene siempre constante, por eso sentimos ese vacío, siempre queremos más.

La mayor ironía es que vivimos en un mundo que tiene suficiente riqueza para cubrir las necesidades de todos, pero que jamás tendrá lo necesario para colmar el deseo de nadie.

Ya somos ricos, sólo que todavía no lo sabemos. Y esa es la causa de la sensación de pobreza.

Aprovechemos estas fechas para reflexionar sobre lo que tenemos. Intentemos ayudar a los demás. No tengo la menor duda de que ayudando a los demás y siendo conscientes de las muchas cosas buenas que tenemos en nuestra vida, nos sentiremos ricos de verdad.

Quién aporta abundancia a otros seres forja su propia prosperidad

Lao Tsé

Publicado por Toni Garcia

Hola

Dejar un comentario