¿Tienes entre 20 y 35 años? ¿buscas emanciparte? ¿buscas casa, ya sea para comprar o alquilar? Amigo mío, probablemente lo vas a tener difícil.
Se han dado una suma de factores en este momento del tiempo que tienen como consecuencia que el acceso a una vivienda se haya convertido en una auténtica odisea para los jóvenes.
Este es un tema sobre el cual ya he hablado en otras ocasiones, pero la situación es cada vez mas preocupante y no veo ningún tipo de iniciativa pública encaminada a ofrecer soluciones reales a este problema. Y hablo de soluciones reales, porque medidas populistas si se están intentando aplicar, como la regulación del precio del alquiler. Una medida que lo único que va a generar es economía sumergida, incertidumbre, menor oferta y mayor tensión de precios en las zonas donde hasta ahora no había esos problemas.
Cuando hablamos de millennials, hablamos de un segmento de la población que se encuentra con serías dificultades en lo referente al mercado laboral.
La tasa de paro juvenil se encuentra por encima del 40%, la mayor de toda la UE. Y el escenario generado por la pandemia, no tiene visos de mejorar a corto plazo.
Y os preguntaréis, ¿ Que pasa con el porcentaje de jóvenes que si está trabajando? Pues resulta, que la mayoría se ha incorporado bastante tarde al mercado laboral. Porque claro, se nos ha dicho y repetido hasta la saciedad que debíamos tener mucha formación académica, cuanta más mejor, pero nadie se ha preocupado de hablar de habilidades, de actitud, de inteligencia emocional, de capacidad de adaptación o educación financiera. Cualidades igual de importantes que la formación académica.
Eso hace que nos encontremos con jóvenes que terminan sus estudios cerca de los 30 años, sin experiencia laboral y con unos salarios especialmente bajos.
Y con estos ingredientes, nos ponemos buscar casa. Y resulta, que para poder comprar necesitamos tener ahorrado aproximadamente el 40% del precio. Un 10% para los gastos, otro 20% que no te financia el banco y al menos otro 10% como colchón financiero, porque tampoco vas a dejar todas tus cuentas a cero.
Conclusión: imposible comprar. Pero no pasa nada, nos vamos de alquiler mientras y vamos ahorrando.
Empezamos a buscar viviendas de alquiler, pero la oferta es muy escasa, lo que hace que lo poco que hay tenga precios bastante altos. Y resulta, que la cuota del alquiler es bastante más alta que lo que pagaríamos al mes por un préstamo hipotecario. En España, más de una cuarta parte de las familias destina por encima del 40% de sus ingresos mensuales al alquiler. ¡Que alguien me explique como vas a ahorrar para poder comprar! Pero si a duras penas te va a quedar suficiente dinero par los gastos diarios, la idea de ahorrar es una quimera.
El mercado inmobiliario requiere urgentemente de iniciativas público-privadas que generen bolsas de viviendas asequibles. Ya sea facilitando suelo a promotores para su desarrollo, potenciando el build to rent o avalando a los compradores para la financiación.
El sector de la construcción puede ser un gran motor de la economía en estos momentos tan complicados, un gran generador de puestos de trabajo y de ingresos para el Estado. Se trata de un sector con una clara carga social, porque se construyen hogares. La iniciativa privada está deseando hacer desarrollos, pero la Administración debe olvidar los mensajes populistas y electoralistas y poner los píes en el suelo, poniendo en marcha iniciativas que ayuden a revertir esta complicada situación.